miércoles, 5 de diciembre de 2007

¿Max Plank Espírita?

El gran físico alemán, laureado con el premio Nóbel y una de las glorias de la ciencia moderna se expresaba así:

¨Como físico y como un hombre que ha dedicado su vida a la ciencia objetiva, en la investi-gación objetia de la materia, puedo, sin duda ajguna, no temer que me consideren un fanático. Poe ello puedo afirmar libremente que después de mis extensos estudios sobre el átomo, que no existe ninguna materia en sí misma.

¨Toda la materia tiene origen y existe solamente en una fuerza que hace oscilar las partículas atómicas y las mantiene unidas al microscópico sistema solar del átomo. Ya que, no entanto, en el UNIVERSO ENTERO no se encuentra ninguna ¨fuerza inteligente¨, ni eterna; tal fuerza jamás la humanidad la ha encontrado. ella agotantemente deseó descubrir el ¨perpetuum mobile¨(movimiento perpetuo).

¨Así debemos admitir que por detrás de esa fuerza existe un espíritu consciente e inteligente. Este espíritu es preexistente a la materia. No es la materia visible lo que forma la realidad, lo verdadero, lo concreto, sino que el espíritu universal e inmortal es la verdadera realidad. El origen último de todas las cosas se encuentra en el mundo parafísico.¨

Cuando la cúspide de la ciencia de la era atómica dice eso, corrobora lo que hace 150 años el Espiritismo ya decía. Y cuando éste afirma que que toda la materia que conocemos es una pura transformación de un fluido cósmico universal, está repitiendo lo que los hindues sabían hace unos cuantos milenios, al decir en lenguaje popular: ¨El universo es una ilusión¨.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Consejos de A. Einstein

Decía el famoso físico aconsejando a sus compañeros de la ciencia aplicada, apesadumbrado des-pués de que sus teorías dieron margen a la construcción de la primera bomba atómica:

¨No basta el conocimiento de la ciencia aplicada para que nuestro trabajo traiga más beneficios al ser humano. El principal objetivo de todo progreso técnico debe ser el ser humano y su destino... para que las creaciones de nuestra inteligencia puedan ser una bendición y nunca una maldición para la humanidad. Nunca olvidéis este principio cuando os concentráis en vuestros diagramas y ecuaciones.¨