Una carta venida de Lyón, datada de 7/12/1862, refiere los ataques proferidos contra el Espiritismo por un cierto señor, obispo en Texas (EUA), en sermón proferido en la iglesia de Saint-Nizier, delante un auditorio de cerca de dos mil personas, entre las cuales había un gran número de espíritas. Comentando ese y otros sermones noticiados por la Revista, Kardec dice que fue gracias a ataques de ese jaez que el número de espíritas creciera en Francia, porque las mentiras y la desviación de las ideas, proferidas en los sermones, acaban siendo después desmentidas con la lectura de las obras espíritas. (PP. 40 a 46)
24. Kardec añade que es preciso estar muy carente de razones para recurrir a calumnias como la presentada por cierto sacerdote que dice ser el Espiritismo favorable a la desunión de la familia, al adulterio, al aborto y al comunismo. “¿Tenemos necesidad de refutar estas aserciones? No: basta remitir al estudio de la doctrina, a la lectura de lo que ella enseña, que es lo que se hace en todas partes”, concluye el Codificador lionés. (PP. 47 a 49)
En un periódico de Rusia, denominado Doukhownaia Beceda (Prácticas Religiosas), dos jóvenes de Moscú publicaron un artículo conteniendo violentas críticas a las sesiones realizadas en la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas, de las cuales ellos habían participado en noviembre último. Kardec los llama espías, personas que decían actuar de buena fe y, sin embargo, relataron de forma mentirosa lo que allí vieran. (Págs. 174 a 181.)
5. En su respuesta a los jóvenes rusos, Kardec arrolla las falsedades y bobadas constantes del artículo y, con vehemencia, refuta la información divulgada por los rapaces de que era preciso pagar para asistir a las reuniones de la Sociedad Espírita de Paris. (Págs. 175 a 181.)
6. La nueva táctica de los adversarios del Espiritismo – observa en seguida el Codificador – estaba evidente: no pudiendo combatir lealmente las ideas espíritas, ellos acogían decididamente la mentira y la calumnia, intentando con ello denigrar la doctrina y los espiritistas. La lucha estaba, pues, lejos de llegar su fin, lo que no se debería lamentar, por cuanto fue por la oposición que le hicieran que el Espiritismo creció. A ejemplo del Cristianismo, que no fue abalado por las persecuciones y mismo creció por sus mártires, el Espiritismo, que es un Cristianismo apropiado al desenvolvimiento de la inteligencia y desprendido de los abusos, crecerá del mismo modo, bajo la persecución, porque – como la doctrina cristiana – él también es una verdad. (Págs. 181 y 182.)
7. El Espiritismo – advierte Kardec – tiene aún que pasar por duras pruebas y es ahí que Dios reconocerá sus verdaderos seguidores por el coraje, firmeza y perseverancia que demostraren. El medio de evitar las maquinaciones de los enemigos es seguir lo más exactamente posible la línea de conducta trazada por la doctrina: su moral, que es su parte esencial e inatacable. Platicándola, no se da entrada a ninguna crítica fundada y la agresión se torna más odiosa y, por eso mismo, sin credibilidad. (Págs. 183 a 185.)
35. ¿Qué enseña de nuevo el Espiritismo? Este es el tema de abertura del número de agosto de 1865, que mereció de Kardec alentadoras consideraciones. (Págs. 219 y 220.)
36. Kardec admite, inicialmente, que el Espiritismo nada inventó, porque las verdades son eternas y, por ese motivo, deben haber germinado en todas las épocas. Es el caso de las enseñanzas relativas a la reencarnación, a las penas eternas, a la inmortalidad, al periespíritu y a tantos otros. (Págs. 219 y 220.)
37. ¿No habría sido, empero, alguna cosa haberlos sacado del olvido? ¿Haber probado lo que antes estaba en estado de hipótesis? ¿Haber demostrado la existencia de una ley en lo que parecía fortuito? (Pág. 220.)
38. El Espiritismo – observa Kardec – tiene aún mucho que enseñar y jamás pretendió haber dicho la última palabra. Su a, b, c fueron las mesas girantes, mas él no paró ahí y dio desde entonces, y en pocos años, pasos bien grandes. (Pág. 220.)
39. Los que reclaman novedades y nuevas revelaciones precisan antes esclarecer si ya aprovecharon lo que la doctrina espírita enseña, por cuanto sólo con el auxilio de esas instrucciones, si las aprovechan, es que podrán elevarse bastante para tornarse dignos de recibir una enseñanza superior. (Pág. 221.)
40. El Espiritismo tiende hacia la regeneración de la humanidad. Pero, no pudiendo esa regeneración operarse sino por el progreso moral, resulta de ahí que su objetivo esencial, providencial, es el mejoramiento de cada uno. Los misterios que él nos puede revelar son la parte accesoria, porque eso de nada adelanta si no fuéramos mejores. Es, pues, en su mejoramiento individual que todo espírita sincero debe trabajar, antes que todo. Sólo aquel que dominó sus malas inclinaciones aprovechó realmente el Espiritismo y recibirá su recompensa. Es por eso que los buenos Espíritus, por nueva orden de Dios, multiplican sus instrucciones y las repiten a la sociedad. (Pág. 221.)
41. Los resultados del Espiritismo, aún así, no se limitan apenas a las enseñanzas morales, mas incluyen otros aspectos que adelante sintetizamos:
I – él provee, como todos saben, la prueba patente de la existencia y de la inmortalidad del alma.
II – Por la firme creencia que desenvuelve, ejerce una acción poderosa sobre la moral del hombre, llevándolo al bien, consolándolo en las aflicciones y dándole fuerza y coraje en las probaciones de la vida.
III – Rectifica las ideas falsas sobre el futuro del alma, el cielo, el infierno, las penas y las recompensas, descerrando a los ojos del hombre a vida futura.
IV – Revela o que pasa en el momento de la muerte y la desvela al hombre.
V – Con la pluralidad de las existencias abre un nuevo campo a la filosofía y explica la causa de las miserias humanas y de las desigualdades sociales.
VI – Da a conocer el mecanismo de las sensaciones y de las percepciones del alma y de los fenómenos espíritas.
VII – Prueba las relaciones existentes entre el mundo corporal y el mundo espiritual, mostrando en este último una de las fuerzas activas de la naturaleza.
VIII – Revela la causa de las obsesiones y da los medios de curarlas.
IX – Nos hace conocer las verdaderas condiciones de la oración y su modo de acción, revelándonos la influencia recíproca entre encarnados y desencarnados.
X – Nos da a conocer la magnetización espiritual, antes ignorada, abriendo al magnetismo una nueva vía y le confiere un nuevo y poderoso elemento de cura. (Págs. 222 y 223.)
42. Dicen que los espíritas sólo saben el a, b, c del Espiritismo. Aprendamos, entonces, a deletrear ese alfabeto – aconseja Kardec. Y eso no es problema para un día, porque pasará mucho tiempo antes de que el Espiritismo agote todas las combinaciones y recogido todos los frutos. ¿Ya lanzaron los espiritistas la simiente en todas partes? ¿No restan más incrédulos a convertir, obsesados a curar, consolaciones a dar, lágrimas a enjugar? Ahí están nobles ocupaciones que valen bien la vana satisfacción de saberlas un poco más y un poco más temprano que los otros. (Págs. 224 y 225.)
76. La Revista transcribe carta de un correspondiente en que este narra el diálogo mantenido con el Espíritu de un sacerdote católico – el padre D... – recientemente desencarnado, el cual fuera, en vida, un adversario declarado del Espiritismo. (Pág. 287.)
77. Evocado en el grupo espírita, el padre D... se dice convencido de la realidad de las manifestaciones espíritas. “Sí – reconoció él –, los Espíritus se comunican, y no son apenas los demonios, como nosotros enseñamos.” El padre mantenía, no obstante, curiosamente, su opinión de que la expansión del Espiritismo no sería un bien, mas un mal para la sociedad. Las divisiones operadas en el seno de los espíritas constituían, a su ver, un peligro e indicaban que el Espiritismo, como las doctrinas filosóficas que lo precedieran, no tendría una vida larga. (Págs. 287 a 291.)
78. Kardec analiza en profundidad los argumentos del sacerdote desencarnado y teje al respecto diversas consideraciones, adelante resumidas:
I – Decir que el Espiritismo es bueno por su esencia y malo por sus resultados, como afirmó el padre D..., es ir contra la lógica, es despreciar la máxima de Cristo, tornada proverbial: “Una árbol bueno no puede dar malos frutos”.
II – No fue el Espiritismo quien inventó la manifestación de los Espíritus, ni es la causa de su comunicación. Él apenas constata un hecho, que se produjo en todos los tiempos, porque está en la naturaleza.
III – Para que el Espiritismo dejase de existir, fuera preciso que los Espíritus cesasen de manifestarse.
IV – La influencia de los malos Espíritus es parte de los flagelos a que el hombre está sujeto en este mundo, como las enfermedades y los accidentes de toda suerte. Mas, como al lado del mal Dios siempre pone el remedio, el Espiritismo viene indicar el remedio para ese flagelo, enseñando que para neutralizar la influencia de los malos Espíritus es preciso tornarse mejor, dominar las malas inclinaciones, practicar las virtudes ensenadas por el Cristo: la humildad y la caridad.
V – Aprobar la oposición de la Iglesia al Espiritismo porque la aceptación de éste sería la ruina del clero es actitud inconcebible. ¿El clero sería movido así por sentimientos tan mezquinos? ¿Ignorarían los sacerdotes las palabras de Cristo: “Mi reino no es de este mundo”? ¿Preferirían mantener las apariencias en la Tierra, para asegurar sus intereses terrenos, a aceptar la realidad espírita y sus consecuencias?
VI – Si las divisiones operadas entre los espíritas tuviesen como consecuencia la ruina del Espiritismo, por que eso no se dio con el Cristianismo? ¿Ignora el padre la multiplicidad de sectas que han dividido y muchas veces ensangrentado la doctrina cristiana y cuyo número no se eleva a menos de trescientos y sesenta?
VII – El Espiritismo no es una teoría especulativa, basada en ideas preconcebidas. Es una cuestión de hecho y, por consecuencia, de convicción personal. Y él es fuerte precisamente porque se apoya sobre un conjunto formidable de voces cuya concordancia universal vale bien la de un concilio ecuménico.
VIII – El padre D... predice su fin próximo, pero innumerables personajes encarnados y desencarnados también hicieron su horóscopo, en otro sentido, y sus previsiones se suceden ininterrumpidamente y se repiten en todos los puntos del globo. (Págs. 291 a 299.)
79. Terminando su respuesta al padre D..., Kardec se reporta a uno de los muchas mensajes pertinentes al futuro del Espiritismo, de los que destacamos las frases siguientes:
A) El Espiritismo continuará su marcha a través de los embustes y de los escollos, inquebrantable como todo lo que está en la voluntad de Dios, porque se apoya en las leyes de la naturaleza.
B) B) Por la luz que lanza sobre los puntos obscuros y controvertidos de las Escrituras, él conducirá los hombres a la unidad de creencia y fundará el reino de la verdadera caridad cristiana, que es el reino de Dios sobre la Tierra, predicho por Jesús. C) Muchos aún lo repelen porque no lo conocen o no lo comprenden. Mas cuando reconocieren que él realiza las más caras esperanzas del futuro de la humanidad, lo aclamarán y, de la misma manera que el Cristianismo encontró un suporte en Paulo de Tarso, él también encontrará defensores entre los adversarios de la víspera. (Págs. 299 y 300.)
Revista Espírita de 1868
19. A pedido de uno de los correspondientes de la Revista en Sens, Kardec vuelve al tema del partido espírita, para decir que el Espiritismo jamás podría ser considerado un partido en la acepción vulgar de la palabra y, por eso, el correspondiente tenía toda la razón para repeler la calificación que en ese sentido le fue dada por el Sr. Genteur, Comisario del Gobierno. El Codificador dice, no obstante, que, excluida la idea de movimiento político y de lucha por el poder, el Espiritismo no dejaba de ser un partido, o sea, una doctrina que no es compartida sino por una parte de la población, motivo por el cual él podía aceptar la calificación que le fue dada por sus antagonistas, sin con eso repudiar sus principios y sin perder su cualidad esencial de doctrina filosófica moralizadora, que constituye su gloria y su fuerza. (Págs. 237 a 239.)
20. Kardec recuerda que al fin de 1864 fuera deflagrada una onda de persecuciones contra el Espiritismo en varias ciudades del Sur, seguida de algunos efectos, y reproduce el resumen de uno de los sermones hechos en la época, en el cual los espíritas son llamados de impíos y acusados de blasfemar contra Dios, de negar las sublimes verdades enseñadas por la Iglesia y de presentarse con una falsa caridad, que sólo conocen de nombre y de la cual se sirven como manto para ocultar su ambición. Al final del sermón, dice el padre: “¡Comprendisteis, cristianos, cuales son los que señalo a vuestra reprobación! ¡Son los Espíritas! Y porque no los indicaría yo? ¡Es tiempo de rechazarlos y de maldecir sus doctrinas infernales!” (Pág. 240.)
21. Sermones como ese estaban en el orden del día en aquella época, mas los ataques no se limitaban a la idea, extendiéndose también a las relaciones personales. En la secuencia, tras advertir que la lucha no terminara y que las persecuciones continuaban, el Codificador transcribe comunicación de San Luis transmitida en Paris el 10 de diciembre de 1864, de la cual extraemos los trechos que siguen:
I – Mis hijos, estas persecuciones caerán y no pueden ser perjudiciales a la causa del Espiritismo.
II – Los buenos Espíritus velan por la ejecución de las ordenes del Señor: nada hay que temer; no obstante, es preciso que todos se mantengan en guardia y actúen con prudencia.
III – La vergüenza recaerá sobre los que hubieren reculado y preferido el reposo de la Tierra a lo que les estaba preparado, porque el Señor tomará cuenta de sus sacrificios.
IV – Es preciso pensar en los mártires cristianos, que no tenían, como los espíritas, comunicaciones incesantes del mundo invisible para reanimar su fe y, aún así, no retrocedían ante el sacrificio, ni de su vida ni de sus bienes.
V – Las pruebas son hoy más morales que materiales; serán, por consecuencia, menos penosas, mas no menos meritorias.
VI – Por otro lado, muchos de los que sufrieron por el Cristianismo vienen a concurrir para el coronamiento de la obra y son los que sustentan la lucha con más coraje.
VII – Nadie se inquiete con el futuro de la doctrina espírita, porque, entre los que hoy la combaten, más de uno será su defensor mañana.
VIII – A la violencia, debemos oponer la suavidad y la caridad y hacer el bien a los que nos quieren mal, para que, más tarde, puedan distinguir lo verdadero de lo falso.
IX – El espírita dispone de una arma poderosa: la del raciocinio, y debe servirse de ella, sin mancharla jamás por la injuria, supremo argumento de los que no tienen buenas razones para dar, y esforzándose por la dignidad de su conducta, para hacer respetar el título de Espírita que ostenta. (Págs. 240 a 244.)
22. Kardec dice que pueden comprenderse bajo el título general de Espiritismo Retrospectivo los pensamientos, las doctrinas, las creencias y todos los hechos espíritas anteriores al Espiritismo Moderno, esto es, hasta 1850, data en la cual comenzaron las observaciones y los estudios sobre tales fenómenos. Un hecho relatado por el Duque de Saint-Simon en sus memorias se encuadra, por tanto, en el llamado Espiritismo Retrospectivo. (Pág. 244.)